Fracking en nuestros alimentos ¿cómo es posible?

Fracking en nuestros alimentos ¿cómo es posible?

Qué tiene que ver el Fracking con nuestra comida

 

Img. Publicación Ultima Frontera

Como buenos miembros de nuestras familias queremos lo mejor para  ellos y para nosotros, por supuesto.  Por esta razón tratamos de vivir y alimentarnos de la mejor manera que nuestro bolsillo permite.

Si queremos una buena calidad de vida nos debe interesar y cuidar a quien nos la proporciona ¿no es así? Es nuestro planeta, nuestra madre tierra.

Según Rob Herring, director de la revista en línea The Need to Grow/ Earth Conscious Life en www.earthconsciouslife.org, cuando se trata de tomar consciencia sobre el cuidado de nuestro planeta, inmediatamente surgen dos controversias:

1. Fracking, 

Fracking es el apócope de fracturar, si bien es una práctica “eficiente” para extraer los preciosos recursos del planeta, el fracking tiene muchos impactos negativos para el medio ambiente y sus habitantes… incluyéndonos a nosotros los seres humanos.

La práctica del Fracking requiere inyectarle líquido, principalmente agua a grandes presiones, a la tierra para “fracturar” o abrirle grietas con el fin de forzar la salida de petróleo , gas y otros productos básicos.  Así mismo, requiere toneladas de consumo energético y contaminación.

Se sabe también que esta práctica provoca temblores de tierra y terremotos, amenazando las comunidades a los alrededores.

 2.  Agricultura,

O mejor, agricultura industrial que produce grandes cantidades de comida, productos básicos y otros recursos.  Pero, ¿a qué precio? Agua contaminada, comunidades contaminadas, zonas de la muerte en los océanos, por mencionar algunos. 

 

Los pros y los contras

La publicación National Geographic menciona la intervención de Daniel Yergin, vicepresidente de la firma consultora global IHS ante el congreso de los Estados Unidos que alienta esta práctica ya que “solo en USA mantiene 1,7 millones de puestos de trabajo y que puede aumentar a 3 millones para 2020. 

Desde 2012 esta “revolución” había añadido 62.000 millones de dólares a los ingresos de los gobiernos federales y estatales, cifras que podrían aumentar a 113.000 millones para la segunda parte de 2020.

Además, la producción de gas natural que es en lo que se están enfocando, les servirá para ahorrar entre $350-450 billones de dólares que actualmente se gastan en importar petróleo y que, en su lugar, “podrían” ser utilizados para invertir en futuras energías alternativas.” (1

A lo que alude el señor Yergin es que el dinero que se ahorra al explotar las fuentes de gas y no importar petróleo puede servir como un “puente” para optimizar futuras energías renovables como la solar y la eólica.

 

Los efectos negativos

Img.: Arcaion

El periódico GAO o Governement Accountability Office (Oficina de Responsabilidades del Gobierno) del congreso de los Estados Unidos en varias publicaciones plantea que “la explotación del petróleo y el gas de esquisto plantea riesgos para la calidad del aire, generalmente como resultado de:

  1. Los gases de escape de los motores por el aumento del tráfico de camiones,
  2. Las emisiones de las bombas alimentadas con diesel utilizadas para alimentar el equipo,
  3. El gas que se quema o se ventila (liberado directamente a la atmósfera) por razones operacionales, y
  4. Las emisiones involuntarias de contaminantes procedentes de equipo defectuoso o de zonas de almacenamiento temporal de embalses.

Análogamente, varios estudios y publicaciones examinados por la GAO indican que la explotación de petróleo y gas de esquisto plantea riesgos para la calidad del agua debido a la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas como consecuencia de la erosión causada por perturbaciones del suelo, derrames y liberaciones de productos químicos y otros fluidos, o la migración subterránea de gases y productos químicos".

 

Un estudio publicado por científicos de MIT (Massachusetts Institute of Technology) USA, indica que en el auge del esquisto, existe el riesgo de atrofiar los programas de energías renovables por completo. Mientras se aprovecha este “regalo a corto plazo”, tratando el gas como un 'puente' hacia un futuro de bajo carbono, es crucial no permitir que la mayor facilidad de la tarea a corto plazo erosione los esfuerzos para preparar un aterrizaje en el otro extremo del puente".

Es decir, es una actitud como de “aprovechemos el momento y ya veremos después”.  Los científicos de MIT temen que antes de que acabe el auge del gas natural, no lleguemos a consolidar las energías renovables para la reducción del carbono.

 

Qué tiene que ver el fracking con la agricultura y el alimento que llega a nuestros platos

Tal vez le sorprenda que fracking y agricultura convencional están ligadas de formas inesperadas.  Tanto el fracking como la agricultura a gran escala perjudican en gran medida la vida silvestre y la humanidad, pero ¿cómo ocurre esto?

  • Los fertilizantes convencionales se obtienen a través del fracking

Estos incluyen fertilizantes químico y sintéticos como nitrógeno, que se utiliza par alimentar grandes extensiones de maíz, soya, trigo y otros cultivos.

Estos a su vez se utilizan para alimentar a grandes recuas de ganado en criaderos, los cuales, ESTAN ENTRE LOS PRINCIPALES EMISORES DE GAS INVERNADERO ¡EN EL PLANETA!

Los químicos agrícolas a partir del fracking se encuentran también en los principales fertilizantes para nuestros jardines y huertas.  Por ejemplo, un fertilizante normal para cualquier jardín.

 

Según Tom Philipott, de la revista en línea Mother Jones, los químicos aplicados al césped son una de las razones principales para las zonas de la muerte en Nuevo México, pero también los fertilizantes utilizados en las grandes extensiones de cultivos.

 

América Latina

Desde México a la Patagonia, las operaciones de fracking se están diseminando por la región con la promesa de acceso a nuevas reservas y recursos de hidrocarburos que permitan mantener las altas tasas de extracción. Esta promesa se reparte por igual en países históricamente productores de hidrocarburos, como Colombia y Bolivia, así como en importadores netos de tales recursos, como Chile y Uruguay.

Ninguno de los países donde se aplica esta técnica, o donde se tiene previsto hacerlo, posee un conocimiento integral de sus riesgos y los alcances de los daños graves e irreversibles que puede ocasionar en el ambiente y la salud de las personas.

De acuerdo a estudios de la Universidad de Cornell (EE.UU) se estima que, de media, un 12% de la producción total de gas en yacimientos de lutitas o esquisto se fuga a la atmósfera durante el ciclo completo del proyecto, que abarca desde la extracción del gas del pozo hasta el consumidor final.

 

  • Algunos alimentos orgánicos están contaminados por el fracking que resultan no  ser orgánicos en absoluto

 

Algunas granjas orgánicas “certificadas”, a sabiendas o no sabiendo, están regando sus cultivos (alimentos que usted compra en el mercado como orgánicos) de forma directa con estos químicos.  Y todo esto por el fracking. 

¿Pero cómo sucede esto?

El fracking se realiza con agua, como resultado, sobran toneladas de ésta, una vez que se completa el proceso de facturación de un terreno.

A menudo, esta agua se mezcla con restos del proceso de fracturación: petróleo, gas natural u otros productos químicos.  Esto no es orgánico ni biodegradable.

En todo caso, ha resultado un gran negocio venderle estas aguas a granjeros, especialmente en zonas áridas que han de necesitarla, como es el caso del centro y sur del estado de California, USA, donde hace ya bastante tiempo coexisten el fracking y la agricultura industrial.

 

Así que la agricultura, nuestras fuentes de alimentos y el fracking están conectados, por el momento.

 

El lado positivo

Según un informe de Última Frontera en 2016, un número creciente de organizaciones sociales, comunidades e instituciones se están estructurando para hacer frente a esta nociva técnica, desmontando el discurso de empresarios y gobiernos que buscan situar a estas energías como la única salida posible pues, se considera que en un periodo de 20 años “la huella de gases de efecto invernadero del gas natural de lutitas será peor que la del carbón o la del petróleo”.

Como ciudadana(o)s y miembros de familia, nos corresponde hacer un seguimiento y no dejar que estas técnicas perjudiciales se implementen en nuestros países, por nuestra salud y la de nuestras familias.

Ya en México, Colombia, Brasil, Chile y Argentina actualmente existen políticas o normas que promueven y regulan las actividades del fracking, con diferente nivel de profundidad y detalle. A pesar de sus obligaciones legales en materia de derechos humanos, protección del medio ambiente y cambio climático, los Estados NO están implementando medidas efectivas para evitar los daños graves e irreversibles que esta técnica implica, como son las prohibiciones o moratorias de esta actividad.

Por el contrario, las normas nacionales se han modificado para abrir las puertas y facilitar el acceso de esta técnica a los territorios, como ocurrió en el caso de México, a través de la Reforma Energética de 2013, y de Argentina, por medio de la reforma a la ley de hidrocarburos en 2014.

El fracking está avanzado sobre comunidades indígenas, campesinas, zonas urbanas e incluso Áreas Naturales Protegidas. Esto ha ocasionado el desplazamiento de personas y de actividades productivas como la ganadería y agricultura, cuya convivencia con esta técnica es imposible. En paralelo, se multiplican las denuncias y daños ocasionados por incendios, derrames, explosiones, acaparamiento y contaminación de agua, aire y tierra por desechos tóxicos, pérdidas de sustancias radioactivas en los pozos y mal manejo de los residuos.

Las denuncias se hacen por miles en cada país desde el Norte hasta el Sur de América.

 

Qué podemos hacer nosotros desde nuestro hogar y comunidad

Si a usted le importa  el origen de la comida que usted y su familia consumen, así como la salud de nuestro planeta, los efectos de la fractura son ciertamente algo a tener en cuenta... y es hora de tomar una posición.

  • Una de las cosas más importantes es asegurarse del origen de los alimentos que usted obtiene para usted y su familia.
  • Eduque a sus hijos en la importancia de consumir alimentos naturales y orgánicos, libres de pesticidas, fungicidas químicos y fertilizantes perjudiciales que tienen efecto en la salud humana.
  • Apoye y obtenga sus alimentos de pequeños productores de la zona, personas con las que usted puede hablar e incluso preguntar qué utilizan para el cultivo y mantenimiento de sus huertas.
  • Para las personas que cultivan sus propias huertas, se ha encontrado que añadiendo un "grano pequeño" (avena o trigo) más cultivos de cobertura que fijan el nitrógeno, los agricultores pueden reducir sus necesidades de nitrógeno en más de un 80 por ciento.
  • Así mismo, las personas que comercializan los productos que han cultivado de forma natural y con todos los cuidados, evitando específicamente fertilizantes y aguas contaminadas, deben poner en conocimiento de las personas que adquieren sus productos, la calidad y el valor que tiene para nuestras vidas consumirlos.
  • Participe, apoye y firme las peticiones que obliguen a nuestros gobiernos a frenar la práctica de estas técnicas, por su bien, el de su familia y el del planeta que es el que nos alimenta y nos permite seguir con vida y saludables.

 

Iniciativa de Multinacionales Responsables

El 29 de noviembre 2020, en Suiza se va a votar en pro de las prácticas éticas en los países donde las multinacionales suizas realizan explotaciones, como es el caso de Glencore en las minas de carbón del Cerrejón en Colombia, con sus 15 cuencas de sedimentación y cuya mina contamina el río Ranchería, entre otras.

La misma empresa explota una mina en Cerro de Pasco, en Perú,  donde el aire y el agua han sido contaminados con metales pesados.  Las consecuencias del envenenamiento con plomo son particularmente severas para los niños provocando anemia, parálisis y discapacitación.

 

¿Estará Suiza lista para votar en pro de la ética en sus explotaciones extranjeras?

Nada más el hecho de que el país explotador reflexione sobre sus prácticas, entendiendo que el planeta no mejora si cuidamos nuestro país, pero vamos a destruir los otros para nuestra comodidad, abre una luz de esperanza para considerar cómo nos estamos portando frente a la sociedad planetaria. 

Es una cuestión que va más allá de patriotismos o nacionalismos; mas bien, a todos nos compete tomar consciencia de lo que está sucediendo en el planeta y es un trabajo conjunto.

Votar en pro de las prácticas éticas es reconocer por parte de las multinacionales suizas que preservar los derechos humanos (donde niños se utilizan para explotar minas); responsabilizarse por la destrucción del ambiente, o no sacar provecho de la situación de ciertos países donde el Estado de derecho es disfuncional, es dar un gran paso a nivel de civismo mundial.

¿Estaremos listos en Latinoamérica para exigir a la inversión extranjera prácticas éticas? A poner multas y exigir reparación a quienes destruyen el medio ambiente, contaminando ríos, aire, cultivos? A quienes atentan contra la salud de las personas y sus derechos humanos?

Podemos empezar hoy.

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