Imparable ¿Qué más necesita para entender que el glifosato, los OGMs y fármacos tienen consecuencias en nuestro organismo?

A propósito de todas las controversias debido a las decisiones del Corte Constitucional de prohibir las aspersiones con glifosato y cuyos detractores aún piensen que una medida que nunca ha funcionado para disminuir el cultivo y menos el consumo de cocaína, ahora sí vaya a surtir efecto a expensas de enfermar la comunidad.

Según el periódico el país, esta decisión es “inconsistente” ya que, entre otras cosas, no existen en Colombia estudios que muestren la relación entre enfermos de linfoma de Non Hodgkin y el glifosato. (1)

Por estos días se ha publicado en Norteamérica una entrevista que realiza el doctor Joseph Mercola a la señora Zen Honeycutt fundadora de la organización Moms across America (Mamás de América) y autora del libro Unstoppable: Transforming Sickness and Struggle Into Triumph, Empowerment and Celebration of Community (Imparable:  transformar la enfermedad y la dificultad en triunfo, empoderamiento y celebración de la comunidad).

En él identifica y explica los peligros de alimentos a los que tenemos acceso, cómo desenvolverse bajo la dieta alimenticia establecida y promovida por los Estados Unidos y así mismo, cómo convertirse en un agente de cambio.

Lo que motivó todo este movimiento activista fueron las dificultades que el matrimonio Honeycutt tuvo que afrontar en casa para descubrir los orígenes de muchas dolencias que agobiaban a sus hijos como alergias, problemas autoinmunes y síntomas de autismo.

Los tres niños tenían 19, 20 y 22 alergias alimenticias (respectivamente), mientras que ella y su esposo no tenían ninguna.  Gracias a algunos científicos que empezaron a distribuir la información, Zen Honeycutt pudo conocer sobre el glifosato y cómo este veneno, utilizado en muchos alimentos, ya sean organismos genéticamente modificados OGMs o no, destruyen el microbioma del colon contribuyendo a una serie de problemas de salud.

El glifosato es un ingrediente químico activo presente en el producto Roundup que el 80% de las semillas genéticamente modificadas pueden tolerar y que se rosea a todo tipo de plantas para secarlas.  Así que se encuentra en la mayor parte de las comidas.

“Los niños se están enfermando:  uno de cada dos niños tiene una enfermedad crónica; se espera que 1 de cada 2 niños y 1 de cada 3 niñas desarrollen cáncer hoy en Norteamérica” dice y lo que motivó a Honeycutt a despertar una concientización sobre los OGMs y los químicos tóxicos presentes en la comida que se consume en este tiempo. 

Ha de saberse que los estudios realizados por Monsanto (ahora Bayer) son financiados por la empresa misma.  Pero existen estudios independientes que dicen cosas muy diferentes:

Estudio no realizado en Colombia encontró que los herbicidas compuestos de glifosato son carcinogénicos:  The Lancet Oncology (2), estudio que incluye muestras tomadas en 5 regiones diferentes de Colombia y el riesgo genotóxico en agricultores colombianos.

El glifosato ha demostrado ser un mutágeno de ADN, un agente quelante (que elimina parte o totalidad) de minerales importantes como el manganeso: Surgical Neurology International (3)

Experimentos que han mostrado que el glifosato es un disruptor endocrino, causante de alteraciones hormonales y genéticas (4), (5), (6) y ligado a la enfermedad celiaca (7), entre otras.

Como lo menciona Honeycutt, mientras que la Agencia de Protección Ambiental (EPA por su sigla en inglés) de los Estados Unidos concluyó que el glifosato no es carcinógeno, ha de saberse que dicha conclusión se generó con base en estudios científicos financiados por esta industria química y no en estudios científicos independientes.  De hecho, gracias a algunos miembros del panel consultivo, se ha decidido evaluar la decisión de la EPA, pues la agencia violó sus propias políticas al no tener en cuenta y minimizar la importancia de otros estudios que sí ligaban el glifosato al cáncer. (8)

 

¿Qué se puede hacer?

Una de las políticas de Mamás de América no solo es exponer el problema sino ofrecer una alternativa y esto nos cae bien a todos.

 

Consumir alimentos orgánicos 

La señora Honeycutt cuenta que su hijo mayor tuvo la primera reacción alérgica a los 18 meses de edad luego de comer una nuez y eventualmente, casi muere al consumir una comida que tenía relleno con nuez de pecana durante el día de Acción de Gracias. 

Hicieron un trato de que él iba a hacer el esfuerzo de tomar bebidas verdes que ella le diera, consumir alimentos libres de OGMs e ir a médicos alternativos para mejorar su salud intestinal.

Dos años después de seguir estos lineamientos las alergias a las nueces del Nogal y de pecana pasaron de nivel 19 a 0.2.

 

Glifosato y autismo

Por otro lado, su segundo hijo, de pronto desarrolló síntomas de autismo.  Pasó de ser un niño normal de 8 años a comportarse como de 3 o 4.  Sus calificaciones en matemáticas pasaron de Excelente a Deficiente, acompañado todo esto de comportamiento errático y agresivo.

Un examen médico reveló que tenía Disbiasis intestinal o Disbacteriosis causada por la C. Difficile. Según el doctor, especialista en autismo, la inflamación del intestino estaba causando inflamación en el cerebro.  Es sabido que el glifosato provoca esto y enseguida le hicieron pruebas de orina para detección del químico en el niño.

“Sus niveles eran 8 veces más altos de los que se encontraron en Europa cuando la organización Friends of the Earth (Amigos de la tierra) hicieron pruebas en ese continente.  Estaba furiosa de pensar que el químico Roundup estaba dentro de mi hijo.  Decidimos consumir 100% comida orgánica.  A las seis semanas le volvimos a hacer exámenes y ya sus niveles de glifosato eran casi indetectables, así como los síntomas de autismo.

Lo que hicimos fue sanar su intestino.  Le dimos un antimicótico, no tuvimos que usar probióticos, pero le dimos mucho repollo agrio y comida orgánica.  No consumió azúcar desde el día de Acción de gracias hasta el año nuevo de ese año, así que no hubo cómo alimentar esas bacterias en el intestino.  El niño se recuperó y en cinco años no ha tenido ni un solo síntoma de autismo.”

 

Glifosato hallado en vacunas

Después de conocer un listado de ingredientes en las vacunas, la señora Honeycutt vio que incluían polisorbato 80 que, al igual que glifosato, puede atravesar la barrera cerebral dejando penetrar toxinas como aluminio, serum sanguíneo de bovino y huevo.

Teniendo en cuenta que varios de estos ingredientes son OGMs o han sido alimentados con OGMs, es posible que estuvieran contaminados con glifosato ya que éste no se elimina lavándolo simplemente.  Al consumir el animal alimento con glifosato, sus partes corporales se contaminan también.  La organización Mamás de América mandó a hacer pruebas para la detección de 5 vacunas y todas salieron positivas.

“La vacuna contra rubiola, paperas y sarampión MMR (por su sigla en inglés) tenía un contenido 25 veces más elevado que las otras vacunas.  Otro científico hizo pruebas independientes en otras 14 vacunas y todas dieron positivo.

Mi hijo tenía un contenido 35 veces más elevado y se sabe que el problema con esa vacuna es precisamente ese: causa Disbiasis y casualmente, casi todo niño que sufre de autismo tiene Disbiasis intestinal.”

 

Existen otras variables que también están afectando la reacción de las vacunas en los niños en este tiempo y hay que tener en cuenta también. 

 

Con el fin de salir de este sistema tóxico no solo necesitamos tratar de consumir alimentos orgánicos o cultivar nuestros propios alimentos.  También necesitamos aprender a cuidarnos con hierbas y plantas para practicar una medicina preventiva desde nuestros hogares y salir del sistema de los laboratorios farmacéuticos.

 

Medicina alopática vs medicina natural

Medicina alopática es la medicina practicada en los hospitales y la que llamamos convencional.  Los médicos alópatas recetan medicamentos químicos principalmente, sintéticos y provenientes de productos artificiales o aislados.  Sus tratamientos tienen como base el contrario, es decir, sus métodos se encaminan a eliminar síntomas que deben ser combatirlos con sustancias químicas que se oponen a su expresión, de esta manera sus nombres son afines con estos métodos llamados “Antis”: antiespasmódico, antiinflamatorio, antihistamínico, antibiótico…

Las medicinas naturales y biológicas ven la enfermedad como un desequilibrio bioenergético, central y profundo que involucra todo el organismo.

La medicina natural y biológica comprende una indivisibilidad psico-física del organismo y la individualidad ya que cada persona es un ser único que debe ser considerado en su totalidad y para quien, el tratamiento debe ser individualizado.

De la misma manera, los tratamientos que se aplican de manera diferente.  Por ejemplo, la homeopatía se basa en el principio de lo “semejante cura lo semejante” y “a mayor dilución, mayor potencia”.

La aromaterapia por su parte, mediante el proceso de destilación extrae una súper concentración del aceite esencial de la planta sin aislarla de sus otros componentes, permitiendo que todo el poder curativo llegue se adapte en simbiosis con el organismo.

Por su parte, las esencias florales actúan de una manera vibratoria y muy sutil pero que el cuerpo percibe su efecto de manera clara y efectiva.

Le animo pues, para explore estas alternativas y le dé a su cuerpo la posibilidad de sanarse y prevenir enfermedades aprovechando lo que la madre naturaleza nos ofrece de manera integral.

Si usted no ha beneficiado aún de estas formas de medicina o cree que no le hacen efecto, le animo para que empiece con programas cortos de desintoxicación orgánica.  En mi libro El Arte de curarse:  alimentación viva, la alternativa para nutrirse y sanarse en este tiempo encuentra opciones interesantes para cada uno de los órganos principales del cuerpo.

Puede también inscribirse en mi página y descargar totalmente gratis la guía de inicio que de manera fácil le ayuda a hacer los primeros cambios saludables para su organismo.

 

Referencias

Si desea, aquí puede acceder a la entrevista completa realizada a la señora Zen Honeycutt por el doctor Joseph Mercola