“La música nos une a todos, no necesita un idioma, es un recurso universal para ser feliz”,
Helena Bashkirova.
La música puede modificar la actividad neuronal en áreas del cerebro que controlan nuestras emociones. El profesor en psicología de la música Stefan Kölsch, de la Universidad de Bergen, Noruega, ha investigado como esta estrategia puede ayudar a tratar enfermedades. Según Kölsch,
“Las emociones y los estados emocionales negativos bloquean nuestra capacidad de autocuración pero ahora se sabe que la música puede desencadenar fuegos artificiales hormonales en el cerebro y es que la música puede tener un efecto de cambio en los neurotransmisores cerebrales que pueden impactar positivamente no solo nuestro estado de ánimo, sino también nuestra salud”.
Con la música se liberan hormonas como la serotonina, la oxitocina y la dopamina que pueden influir en el sistema nervioso autónomo, el cual, regula inconscientemente procesos vitales en el organismo como la respiración, los latidos del corazón, la presión arterial y el metabolismo.
Los experimentos de Kölsch indican que la música puede propiciar diferentes emociones en ciertas estructuras del cerebro y según las tonalidades se estimulan neurotransmisores específicos que a su vez pueden experimentar modificaciones.
Kölsch explica que hay cuatro sistemas cerebrales que serían la fuente de las emociones. La música activa elsubconsciente. Así mismo, afecta el centro del placer en el cerebro que es también el del dolor. En el tronco encefálico se modulan órganos y funciones vitales. Finalmente, la música puede tener un efecto relajante y reducir el estrés. Los cuatro sistemas influyen entre sí, activan neurotransmisores y pueden desencadenar sentimientos de felicidad similares a los del sexo, las drogas o la comida. La música puede tener un efecto revitalizante o calmante, asustarnos o animarnos.
Cuando hacemos música juntos, por ejemplo, el cerebro libera lo que se conoce como opioides endógenos que son neurotransmisores cerebrales que reducen el dolor y a la vez generan emociones muy positivas que nos hacen sentir más conectados con otras personas.
Son tan efectivos los efectos de la música a nivel de salud física, mental y emocional que se ha incorporado como terapia a diferentes niveles: desde su utilización en hospitales en las unidades de bebés prematuros, pasando por escuelas con iniciación musical, organizaciones que trabajan con la readaptación de niños y jóvenes desplazados y hasta víctimas de guerra; hasta hogares e institutos donde se tratan enfermedades como Parkinson, fibromialgia, Alzheimer y rehabilitación por consumo de drogas. Pero además, en rehabilitación física y mejora en el desempeño deportivo; y para tratar estrés, ansiedad y depresión.
La musicoterapia aprovecha el poder de la música en una relación terapéutica para tratar diversas afecciones y mejorar la calidad de vida. Un musicoterapeuta adapta las sesiones a sus necesidades. Puede cantar o tocar instrumentos, escuchar música o discutir el significado de las letras. No es necesario tener conocimientos musicales, y pueden beneficiarse personas de todas las edades.
La música puede influir de forma decisiva en diferentes etapas de la vida
El monocordio se sintoniza en el mismo tono que los monitores de signos vitales para crear una atmósfera tonal armónica que en los bebés prematuros se refleja en la frecuencia cardiaca y en la respiración; y se utiliza en estos casos porque tiene unas vibraciones bastante graves que corresponderían a lo que imaginamos que son los sonidos en el útero: como olas, similar al murmullo de la sangre, indica Friederika Hasselberg musicóloga que atiende en la unidad de bebés prematuros en la Universidad de Zürich, Suiza.
Durante la educación de la primera infancia, en el Instituto Max Plank, la Neuropsicóloga Daniele Sammler estudia cómo nuestro cerebro percibe y procesa la música y lo que se conoce como prosodia, o la melodía del habla cumple una función central . Cuando los niños nacen escuchan el ritmo y la melodía de la lengua materna, casi de forma instintiva detectan dónde empiezan y terminan las pausas para registrar dónde empieza y termina una palabra. Así como la música tiene un ritmo, el lenguaje, igual.
Por otra parte, convertir la música y el ritmo en movimiento, favorece la motricidad y a desarrollar habilidades cognitivas en los niños como percepción, pensamiento, aprendizaje y memoria. Los centros auditivos afectan los centros motores.
Como herramienta de readaptación de refugiados, el proyecto de integración Demetrios Karamintzas MitMachMusik utiliza la educación musical como medida de primeros auxilios acoge en Berlín, Alemania niños que han sido desplazados de sus países de origen y el fardo de guerras, despojos y separación.
“Han aprendido cuán seria y valiosa es la vida y este proyecto se encarga de despertarlo en los refugiados que ahí llegan. Se trata de darles confianza y devolverles la seguridad dejando atrás todo lo que sucedió previamente”, dice Karamintzas.
Según las observaciones de Stefan Kölsch una práctica como la que se realiza en el MitMachMusik, proporciona a estas personas que se readaptan mayores posibilidades de supervivencia porque,
“Estudios demuestran que después de tocar música con otros, las personas se comportan de una manera más pacífica, prosocial, altruista y orientada a la comunidad que es un importante efecto evolutivo porque, cuando las personas cooperan entre sí, se fortalece el vínculo social.”
Sanación mental y emocional: El poder curativo de la vibración en el Parkinson, el Alzheimer y los Cuidados Paliativos
En el fondo, la música es sonido, y el sonido se basa en la vibración. Bajo la dirección del doctor Lee Bartel, catedrático de música de la Universidad de Toronto, varios investigadores estudian si las vibraciones sonoras absorbidas por el cuerpo pueden ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, la fibromialgia y la depresión. Conocida como terapia vibroacústica, la intervención consiste en utilizar sonido de baja frecuencia -similar a un estruendo grave- para producir vibraciones que se aplican directamente al cuerpo. Durante la terapia vibroacústica, el paciente se tumba en una colchoneta o cama o se sienta en una silla con altavoces que transmiten vibraciones a frecuencias específicas generadas por ordenador que pueden oírse y sentirse, dice Bartel. Compara el proceso con sentarse en un subwoofer.
El grupo también está examinando lo que se denomina disritmia talmocortical, una desorientación de la actividad cerebral rítmica en la que intervienen el tálamo y el córtex externo y que parece desempeñar un papel en varias afecciones médicas, como el Parkinson, la fibromialgia y posiblemente incluso la enfermedad de Alzheimer, dice Bartel, que dirige el co-laboratorio.
"Ya hemos visto destellos de esperanza en un estudio de caso con una paciente a la que acababan de diagnosticar el trastorno", afirma Bartel. "Tras estimularla con sonido de 40 hercios durante 30 minutos tres veces por semana durante cuatro semanas, pudo recordar los nombres de sus nietos con más facilidad, y su marido informó de una buena mejoría en su estado".
El objetivo de todo este trabajo es desarrollar protocolos "dosificables" y "prescribibles" de musicoterapia y música como medicina que sirvan para funciones neurológicas específicas y atiendan a los déficits que pueden derivarse de muchas de estas afecciones de base neurológica. En lugar de considerar la música sólo como un fenómeno cultural, dice Bartel, hay que ver el arte como un estímulo vibratorio que tiene dimensiones cognitivas y de memoria.
"Sólo cuando lo vemos de este modo empezamos a ver la interfaz de cómo el cerebro y el cuerpo trabajan juntos". (artículo)
Música para mejorar desempeño físico y rehabilitación
Según un publicación de la revista The Health Science Academy, el Dr. Costas Karageorghis, líder mundial en la investigación de la música para el rendimiento y autor de más de 100 estudios, afirma que se puede pensar en la música como "un tipo de droga legal para mejorar el rendimiento". La música mejora el rendimiento deportivo y puede ser una intervención muy convincente para mejorar la forma en que uno se relaciona tanto con su rendimiento real como con su resultado final.
La misma publicación indica 4 maneras en que la música logra mayor rendimiento deportivo
1. La disociación a través de la música distrae la mente
La disociación consiste en distraer la mente de las sensaciones de fatiga que aparecen y desaparecen durante el rendimiento. La investigación ha demostrado repetidamente cómo la música puede mejorar el rendimiento al desviar la atención de las sensaciones de fatiga y dolor cuando se realizan actividades de resistencia como correr, montar en bicicleta o nadar. De hecho, científicos del deporte de la Universidad de Brunel (Reino Unido), uno de los principales centros de investigación sobre la música al servicio del atletismo, han demostrado que la música puede reducir el índice de esfuerzo percibido en un 12% y mejorar la resistencia en un 15%.
- La música favorece los estados de fluidez para la motivación interna
La fluidez implica un estado mental alterado de conciencia durante la actividad. Aunque se trata de una sensación de concentración enérgica, parece que la mente y el cuerpo funcionan en "piloto automático" con un esfuerzo consciente mínimo. Algunos entrenadores y deportistas lo denominan "estar en la zona". A veces se ha dicho que es un estado fascinante y que puede parecer un trance.
- Los movimientos sincronizados de la música pueden realzar su nivel de entrenamiento
La sincronización de la música con el ejercicio repetitivo está relacionada con el aumento de los niveles de rendimiento laboral. Las investigaciones respaldan el aspecto sincronizador del ritmo como una pieza importante en la habilidad y el rendimiento. Por ejemplo, la música puede equilibrar y ajustar el movimiento, prolongando así el rendimiento.
- Varios estudios han relacionado la música con sentimientos y recuerdos positivos.
La música puede potenciar la motivación interna al desencadenar buenas emociones, ayudándole a experimentar un placer mucho mayor de la actividad. Esto se magnifica cuando una pieza musical evoca un aspecto de su vida que es emocionalmente significativo. ¿Por qué es importante? Los investigadores creen que estos factores pueden aumentar la adherencia a un programa de ejercicio a largo plazo. La adherencia es crucial para las personas no condicionadas y para las que están en un programa de rehabilitación que implica ejercicio, como la fisioterapia, el tratamiento del dolor crónico o una afección cardiaca.
Jymmin
Por otra parte, en Leipzig, Alemania, el Neurocientífico Thomas Fritz, ha creado un dispositivo que se activa con el movimiento del cuerpo llamado Jymmin que le permite combinar el entrenamiento con música de una manera que no ha experimentado usted antes y que le permite motivarse, sentir menos dolor y cansancio.
Según Fritz, después de unos 10 minutos de ejercicio se produce una mejora en el estado anímico que dura un período largo que corresponde a lo que se conoce “Runner’s High” o la euforia del corredor que produce una descarga de endorfinas. La diferencia es que mientras a un corredor le toma 30 minutos de entrenamiento lograrlo, con el Jymmin que combina música y ejercicio, la persona lo logra en 10 minutos.
La combinación de música y esfuerzo físico activa el sistema de recompensa en el cerebro. Con el Jymmin, por ejemplo, las personas con problemas de adicciones experimentan efectos de euforia que reducen su adicción. En pacientes con dolor, alivia el sufrimiento y el miedo al movimiento que involucre zonas sensibles o lesionadas. Se cree que es porque se debe a una mayor liberación de endorfinas, las hormonas que actúan como analgésico endógeno y aumentan la motivación.
Tanto en el deporte como en rehabilitación se trata de entrenar al límite del rendimiento individual. En el deporte, el atleta quiere llegar más lejos, más alto, más rápido y lo mismo aplica para una persona convaleciente.
Según experimentos realizados, los efectos del Jymmin son bastante alentadores ya que la respuesta fisiológica y cognitiva es muy rápida, y que, si se hace de forma continua, los pacientes pueden llegar al máximo de su rendimiento individual. Actualmente se estudian posibilidades de aplicarlo como terapia coadyuvante de rehabilitación.
Vea aquí el video sobre JYMMIN
Música para aliviar el dolor y el estrés
En un metaanálisis de 400 estudios, Levitin y su compañera de investigación de posgrado, Mona Lisa Chanda, PhD, de la universidad de Mc Hill en Montréal, Canadá, descubrieron que la música mejora el funcionamiento del sistema inmunitario del cuerpo y reduce el estrés. También se descubrió que escuchar música es más eficaz que los medicamentos recetados para reducir la ansiedad antes de una intervención quirúrgica (Trends in Cognitive Sciences, abril de 2013).
Levitin quien es el autor del libro "This is Your Brain on Music" (Plume/Penguin, 2007). Señala también en su análisis cómo es que influye la música en la salud. Los investigadores descubrieron que escuchar y tocar música aumenta la producción corporal del anticuerpo inmunoglobulina A y de células asesinas naturales, las células que atacan a los virus invasores y refuerzan la eficacia del sistema inmunitario. La música también reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Por otra parte, investigadores del Hospital Khoo Teck Puat de Singapur descubrieron que los pacientes en cuidados paliativos que participaban en sesiones de musicoterapia en directo notaban alivio del dolor persistente (Progress in Palliative Care, julio de 2013). Los musicoterapeutas trabajaron en estrecha colaboración con los pacientes para adaptar individualmente la intervención, y los pacientes participaron cantando, tocando instrumentos, discutiendo letras e incluso escribiendo canciones mientras trabajaban para aceptar una enfermedad o sopesaban cuestiones relacionadas con el final de la vida.
"La participación activa en la música permitió a los pacientes volver a conectar con las partes sanas de sí mismos, incluso ante una dolencia debilitante o un sufrimiento relacionado con la enfermedad", afirma la musicoterapeuta Melanie Kwan, coautora del estudio y presidenta de la Asociación de Musicoterapia de Singapur. "Cuando se aliviaron sus síntomas de dolor agudo, los pacientes pudieron por fin descansar".
Ya sea que quiera mejorar su condición física, sanarse emocionalmente o conozca personas que puedan sacar provecho de esta herramienta, dele espacio a la música en su vida y permítale activar los mecanismos de autocuración en su cuerpo.